El baloncesto se parió en Estados Unidos y, como a la mayoría de madres, les cuesta ver marchar a sus hijos. El dominio tradicional y omnipotente de este país se acerca a su fin, al menos en la categoría olímpica masculina.

Sin contar la histórica derrota ante la Unión Soviética en Múnich 1972 -que nunca reconocieron- y el boicot a Moscú 1980, los norteamericanos ganaron todas las ediciones desde la implantación de este deporte hasta Seúl 1988. Allí recibieron el primer mazazo. Enviar a una selección de imberbes universitarios ya no servía para pasar del bronce contra los profesionales y........

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