Herejes, amigos y cicloturistas
Prisciliano, el obispo hereje, decapitado en Tréveris, condenado por sus pares, porque entre otras cosas predicaba el retorno al viejo cristianismo y también daba cancha a las mujeres en un mundo exclusivo de hombres, fue noticia por aquí en ese Ateneo que privado de su social sede en la Torre halló cierto refugio en el edificio Simeón, bajo el amparo de la Deputación. A propósito de ese vaciado, el local de la Torre quedó para simiente de rábanos. Suelen acontecer esas cosas como con la planta 17 del mismo edificio que ocupó el desaparecido Club Tenis, que los locales no hay quien los demande en una alocada carrera de desperdicios espaciales en que se convierten los que antaño fueron espléndidos espacios cubiertos, alguno difusor de cultura.
Ruti visita a su padre en el museo Reina Sofía en Madrid en una muestra sobre Valle........
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