Autobuses, los careros del camino
Un ciudadano promedio de Yucatán debe elegir entre comprar la canasta básica para que su familia se alimente dos semanas y pagar un viaje sencillo a la Ciudad de México en busca de un mejor horizonte para los suyos; una tarifa que deberá cubrir a la línea ADO, que encabeza Juan Carlos Uriarte, tarifa que por su magnitud limita las posibilidades de movilidad de la gente de menores recursos en la diversas regiones, por lo que muchas de estas personas optan por transporte aún más viejo, sin certificaciones oficiales y expuesto a todo tipo de calamidades.
Un habitante de Oaxaca que igualmente opte por viajar a la capital del país para colocar sus productos y/o servicios, o sólo por turistear, tiene que elegir entre pagar entre 632 pesos en los camiones “lecheros” de AU (que van de esquina en esquina levantando pasajeros) cuyo lema es “primero muertos que impuntuales”, o gastar 1,354 pesos en un ADO Plus y gastar casi 50% más de lo que pagaría los alimentos básicos —y mal comidos— para dos hijos y una pareja casi tres semanas, conforme los datos de Inegi, a cargo de Graciela Márquez.
De vacaciones, ni hablar: cuatro miembros le costarían a una pareja con un par de vástagos casi un mes completo de salario transportarse hasta la Ciudad de México. Bueno, y eso considerando que lleguen a la casa de la tía, de la abuela o algún familiar que los haga fuertes con el alojamiento. La comida y diversiones, otro desembolso que hace cruelmente asfixiante el traslado a la capital del país.
¿Y a la frontera norte? Un sueño........
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