El coro de la Bernarda
Contrariamente a lo que se suele creer, la famosa Bernarda no era una egregia cortesana de embudo jalón, sino una eficacísima santera que curaba a personas y bestias palpando el altramuz. Tanto éxito llegó a tener, que peregrinaban hasta ella gentes de toda condición desde los más lejanos confines, al punto de que la dama y su preciada albacora acabaron derivando en auténtico problema de orden público. Es decir, un griterío tal de empujones, voces e ideas, que no había ya manera humana de orquestar. Tan desordenado coro se viralizó de tal manera que acabó elevado al grado de icono popular. Algo así como lo que le está ocurriendo al orfeón gripado del Ejecutivo con la política impositiva y la fiscalidad a las grandes empresas. Cada uno pide lo que quiere y la señora Montero le da a todos lo que reclaman, generalmente en manifiesta contradicción. Como ERC y Bildu........
© La Razón
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