Ricardo Hausmann y Dany Bahar: Mayores ingresos petroleros no redujeron el flujo de migrantes a EEUU
A pesar de todos los cambios que el presidente Donald Trump ya ha realizado con su política exterior de “Estados Unidos Primero”, su administración aún debe definir su estrategia hacia Venezuela. Su política hacia el régimen de Nicolás Maduro dependerá de los instrumentos que utilice la Casa Blanca, con diferentes pros y contras, ya que, mientras tanto, Maduro ha ignorado los resultados de las elecciones del año pasado y planea gobernar en contra de la voluntad de los votantes por otro mandato de seis años.
Aún no ha surgido un enfoque consistente, a juzgar por las medidas divergentes tomadas por la administración hasta ahora, incluida la reunión en Caracas con Richard Grenell, enviado de Trump para “misiones especiales”, para asegurar la liberación de seis estadounidenses encarcelados por el régimen, deportaciones controvertidas y la suspensión y posible recalibración de la licencia petrolera que permite a empresas como Chevron operar en el país.
Las sanciones económicas son sin duda una herramienta restante para presionar al régimen. Sin embargo, algunos creen que endurecer las sanciones contra Maduro solo agravará la crisis migratoria en la frontera sur de Estados Unidos, algo que la administración Trump quiere evitar. Al fin y al cabo, 7,9 millones de ciudadanos, casi el 25% de la población, han abandonado el país desde que Maduro asumió el poder en 2013, el mayor éxodo en la historia de Latinoamérica y el mayor del mundo fuera de las guerras.
La pregunta........
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