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Rafael Quiroz Serrano: Chevron se va… ¿y entonces?

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24.03.2025

En medio de tanta impaciencia, angustias, visiones y contradicciones, en el panorama político, económico y social venezolanos, ni Nicolás Maduro (NM) ni siquiera el Gobierno, como tal, ofrecen estabilidad ni paz por ningún lado. Y lo peor es que el anuncio de la ida de Chevron, ya sea en 30, 60 o 90 días, pareciera que acapara la atención de todos los análisis y pronósticos, y donde tanto la recuperación económica como el supuesto alivio de sanciones se ven muy distantes en el horizonte; tan distante como pudiera observarse el sol en su ocaso cuando escasamente despunta el alba con el frío matinal del día. Todo es expectativa, pero lo único cierto es que la moneda nacional se desploma frente al dólar, lo que solo garantiza inflación, recesión y contracción económica.

Pero examinemos mejor a Chevron en su contexto netamente venezolano, más allá de saber que formó parte originaria de la antigua Standard Oil de Rockefeler que fue obligada a desmantelarse por el Tribunal Supremo de Estados Unidos (EE.UU.) en 1911, fue la llamada Standard Oil of California, de allí nace Chevron, y en ese mismo año llega a Venezuela. Esta empresa petrolera californiana se fue con la nacionalización en 1976 y luego retornó en 1995 con el programa de la Apertura Petrolera. Con el cambio de modalidad a la figura de Empresas Mixtas (2007) Chevron se cruzó de brazos y, al igual que otras transnacionales, se limitó a permanecer en el país, pero sin invertir un dólar, después que PDVSA como socia no respondía, en términos de inversión, a lo que le correspondía como socia mayoritaria (51%) y acumuló deudas frente a su socio Chevron hasta por un monto de 3.547 millones de dólares. Algo similar sucedió con las otras empresas petrolera transnacionales, con diferentes montos de deuda.

En noviembre de 2022 Chevron obtuvo una Licencia de la OFAC (Licencia General 41) que le permitía a la empresa producir petróleo en Venezuela y exportarlo a sus propias refinerías en los EE.UU., con miras a cobrar la deuda de PDVSA consigo, por lo que no se pagaría Regalías (Precio de Liquidación) ni ISLR como tampoco Dividendos. Toda la factura petrolera iría a amortiguar la deuda pendiente de PDVSA con Chevron, y esto fue así hasta julio de 2024 cuando concluyó el pago total de la referida deuda. Entonces fue a partir de agosto de 2024 cuando Chevron comenzó a aportar ingresos sustanciales al Estado venezolano. El error de Chevron estuvo cuando el gobierno de NM, en marzo de 2024, le solicitó un adelanto de 350 millones de dólares para la campaña electoral, y que dicha cantidad sería descontada en el último cuatrimestre del año. Esto llegó a conocimiento de Donald Trump (DT) y de algunos parlamentarios radicales del Partido Republicano, lo que no fue del agrado, para nada; y tal irritación se puso de manifiesto desde mismísimo día (20 Ene.) de la toma de posesión del nuevo mandatario estadounidense.

Sin más facilidades

La nueva licencia 41A, emitida el día 3 de marzo, revocó todas estas facilidades, y obliga a esta empresa a cesar sus operaciones antes del 3 de abril, es decir en un mes. Lo usual para terminar estas operaciones son seis (6) meses. Desde el 3 de abril, entonces, Chevron no podrá realizar ninguna operación con el Gobierno de Venezuela y, en concreto, con PDVSA. Vale mencionar que la licencia general nº 8, que estuvo vigente en 2019, permitió a la petrolera y otros contratistas estadounidenses, prestadores de servicios en los pozos, mantener operaciones básicas, ahora no existiría ninguna facilidad para que PDVSA pueda contratar con empresas de EE.UU.

Con la licencia 8 Chevron mantuvo operaciones básicas en sus instalaciones y así veló por el mantenimiento de los activos. Por cierto, que a las empresas operadoras de servicios petroleros: Halliburton, Schlumberger, Baker Hughes y Weatherford, también se les pidió el cese de operaciones en Venezuela desde el 9 de mayo. La suspensión de programas de perforación y mantenimiento de pozos, que llevan a cabo estas operadoras privadas, sería otra de las consecuencias inmediatas de la terminación de las licencias de EE.UU.

Aun cuando se venía especulando que pudiera negociarse una nueva licencia, según Francisco Monaldi estas esperanzas pueden frustrarse ya que con la decisión de otorgarle a Chevron solo 30 días para su cierre de operaciones en Venezuela, se infiere que desde la Secretaría de Estado no se quiere dar margen para una negociación extendida por 30 o 60 días más, aunque se ha querido mantener viva esta posibilidad por parte del Gobierno venezolano. Sin embargo, debido a la fuerte presión que ha estado ejerciendo algunos ejecutivos de Chevron, es muy probable que logren un parcial diferimiento de hasta 2 o tres meses más.

Los diluentes: así será el impacto

El impacto de esta nueva licencia de la OFAC podría acarrear una caída en la producción de Chevron del orden de 150.000 barriles diarios (B/d) a lo largo de 12 meses. El promedio anual de producción de Chevron para finales del año pasado se ubicó en 198.000 B/d. Para el momento Chevron producía en torno a 220.000 B/d, sin el concurso de diluentes esta producción estaría por debajo de 200.000 B/d. Chevron aportaba entre 50.000 y 70.000 B/d de diluentes, según estimaciones de analistas, lo que representa una parte esencial de las operaciones en la Faja del Orinoco (FO), que produce cerca del........

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