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Raúl Ochoa Cuenca: ¿Fraude? No es tan simple

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08.04.2025

Interpreto que el desarrollo de los acontecimientos de incivilidad que estamos viviendo en estas últimas semanas, es la culminación de un proceso que comenzó con el juramento de aquellos capitanes traidores, alrededor del Samán de Guere el 17 de diciembre del 1982 y que continuó con dos conocidos objetivos: primero el golpe (fallido) del 4 de febrero del 1992 y el segundo, con lo que demostraban la tendencia criminal que posteriormente no escondieron como era inicialmente el de asesinar al Presidente Perez y a su familia, (Rodriguez Torres) para así adueñarse del poder ejecutivo, como del resto de las instituciones y estructura física de la nación, lo que con el pasar de pocos años después ocurrió, pero esta vez en forma aparentemente pacífica, como consecuencia de la victoria de Chávez en diciembre del 1998.

Estos hechos los podríamos calificar, como la primera fase de este largo proceso que ante el fracaso del golpe del 4 de febrero, del año 92, los protagonistas decidieron continuar el golpe pero en frío. Creo justo recordar, como un homenaje a los soldados que lucharon y combatieron a esos traidores, que eran unos jóvenes valientes y patriotas, quienes ni se orinaron los pantalones ni ensuciaron sus calzoncillos. Sostengo el convencimiento que los golpistas, traidores antes y traidores después, decidieron continuar con el objetivo inicial, pero esta vez disfrazados de nobles y valientes venezolanos, “todos listos al sacrificio, con tal de salvar a Venezuela de las garras de aquellos oligarcas que se beneficiaban de la cuarta república”. Podrá parecer increíble, pero desafortunadamente para Venezuela es cierto: muchos venezolanos cultos y de vasta experiencia política y empresarial se creyeron esos cuentos.

No, definitivamente no hay fraude, es simplemente la fase final de lo comenzado el 4 de noviembre de 1992. Golpe de estado en frío, en continuidad y que ahora cuando no hay nada más que esconder, que así como los espías durmientes de la guerra fría, decidieron despertarlos y considerando el inesperado empuje, no calculado y totalmente impensable solo un año atrás, de la indetenible fuerza popular que hoy representa Maria Corina Machado, que aquel Chávez, sudando copiosamente, ya deforme por el cáncer, pero con la arrogancia típica de un ignorante mala persona........

© La Patilla