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Orlando Viera-Blanco: Un valedictorian en honor a Venezuela

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09.07.2025

De pronto el silencio se volvió estrella. El presentador llamó a Eduardo Viera-García [nuestro hijo]. Su nombre apareció en la pantalla gigante del teatro. Estudiante Valedictorian de Sciences Po/Paris. Mejor calificación [Summa Cumlaude] de todas las facultades de la Universidad, clase-2025. Nunca imaginé que el momento llegaría de esta manera.

En un teatro colmado de aplausos, entre académicos, diplomáticos, jóvenes soñadores y padres orgullosos, escuché pronunciar su nombre. No terminaba de comprender que al consagrar el Valedictorian-Speech del año, se referían a nuestro hijo, Eduardo Andrés. Pensé que le llamaban para pedirle un favor, no lo sé, mover algo en el escenario, el podio, un sofá, en fin. Pero era él quién se plantaría detrás del estrado para despachar el discurso de honor. No hubo anuncio previo, ni pistas. Ni una llamada. Ni una insinuación. Sólo un silencio largo y sereno—el de quienes trabajan en la sombra con humildad, con el peso del mundo sobre sus hombros y el corazón encendido por una llama interior.

Ese instante, inesperado y desbordante, me enseñó algo más profundo que el éxito: me mostró la verdadera grandeza del carácter, de la crianza, su prosapia. Porque para ser Valedictorian no basta con tener las mejores calificaciones. Es, más bien, el reconocimiento a una excelencia integral: intelectual, humana, ética. Es el eco de noches de estudio, de preguntas difíciles, de resiliencia en tiempos de soledad. De batallas que no se cuentan y sacrificios que nadie ve. Eduardo lo preparó todo con absoluta discreción. Había soñado ser el primero en su clase. Y lo fue de toda la Universidad. Nunca un venezolano lo había logrado en la Universidad Sciences Po de París. Qué orgullo para la familia, para su país. Y elevó el tricolor con inmensa alegría. Cuánta emoción, cuánta esperanza y cuánto mérito. Imposible evitar el llanto.

¿Qué significa ser Valedictorian en Sciences Po?

Sciences Po no es una universidad cualquiera. Es un faro del pensamiento europeo, un semillero de líderes, un crisol de culturas y convicciones. Formarse allí no es solamente estudiar, es debatir el mundo, asumir la política como responsabilidad, la comunicación como misión-noble y responsable-la historia como herramienta de cambio, los medios como vehículo de educación e inclusión y la justicia como deber moral.

Ser Valedictorian en Sciences Po significa que, entre cientos de estudiantes provenientes de todos los rincones del planeta, uno ha demostrado no sólo sobresalir en lo académico sino también en liderazgo, compromiso y sensibilidad social. Significa que se ha ganado el derecho—y la carga preciosa—de dirigir el discurso de despedida ante toda una generación. Es cerrar un ciclo no con un adiós, sino con un llamado, con una visión, con una promesa.

Un hijo de Venezuela fue elegido para ello. Todavía no me lo creo. No porque no lo merezca, sino porque como muchos jóvenes venezolanos, ha tenido que luchar para adaptarse a otros mundos, a otras culturas e idiomas; se ha visto obligado a lidiar con la ruptura de su cotidianidad, ser esposo muy joven, trabajar para ganarse la vida, estudiar incansablemente y reemprender otra agenda.

La Universidad Sciences Po [París], oficialmente conocida como Institut d’Études Politiques de París, es una de las instituciones académicas más prestigiosas de Europa y el mundo. Fundada por Émile Boutmy [1872] tras la derrota de Francia en la guerra franco-prusiana, Sciences Po nació con el objetivo de formar a las nuevas élites políticas, sociales y administrativas del país. Se ha convertido en un........

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