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Orlando Viera-Blanco: Trump al enemigo, ¡O comes o te vas!

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01.07.2025

Hagamos un análisis post conflicto de la guerra Irán-Israel, ya bautizada como la guerra de los 12 días. Es interesante evaluar adónde han conducido los intercambios militares entre Israel e Irán, la entrada y salida de EEUU y la posición asumida por el resto del oriente Medio y el mundo. Sin duda, se impone un nuevo orden internacional donde la diplomacia no depende de concesiones sino de contenciones armadas de alta tecnología. ¿Cómo queda Venezuela en este contexto?

Prima facie Israel queda con una ventaja geopolítica y militar sobre Irán. EEUU, asumiendo un rol estratégico especial y eficaz, logró leverage, recuperación de liderazgo y capacidad de mediación, mientras Irán perdió terreno político a lo interno y externo, desmejorando notablemente su apoyo internacional. Su carrera de enriquecimiento de uranio queda estancada y abortada. Trump haciendo uso de su estilo desenfadado y del poderío bélico-tecnológico estadounidense, impuso agenda, orden y una paz frágil y vulnerable, pero cese al fuego a fin de cuentas.

Venezuela queda en la mira de EEUU, se pone al descubierto como parte del eje del mal ampliado, alianza que abre las puertas de Suramérica al Islamismo radical…con unas FFAA divididas y una actores políticos temerosos, tensos y nerviosos por un reventón latente, interno o externo. Veamos los detalles.

Trump evitó un despliegue militar prolongado

Optando por una combinación de ataques selectivos con bombardeos sobre instalaciones nucleares iraníes [desde el 21 de junio 25], Trump elige una participación militar limitada y calculada. Un apoyo encubierto a Israel vía inteligencia y bombas bunker-buster sin intervención directa. En términos diplomáticos, observamos un juego de policía bueno y malo, una suerte de naipe de doble cara, que pide “rendición incondicional” de Irán pero también promueve un alto al fuego y posibles negociaciones nucleares.

El presidente Trump usó la presión militar y la diplomacia en equilibrio con señales ambiguas que alteraron la dinámica regional. Al final se desmarca de Israel, dice no estar contento con sus ataques después de acordar tregua; no se coloca contra el régimen de Irán, los trata de “buenos comerciantes”, y se allana de nuevas incursiones. Una dinámica que consigue pliegues de Arabia Saudita, Qatar, Jordania, Siria, Irak, Emiratos e incluso Turquía, que termina con apretón de manos entre Trump y Recep Tayyip Erdo?an en la cumbre de la OTAN.

Israel logra el debilitamiento parcial del programa nuclear iraní, manteniendo su iniciativa sin exponer tropas propias a un conflicto prolongado. Trump consolidó su imagen de líder firme, evitando una intervención masiva y recibiendo aplausos de sectores conservadores y la base MAGA.

Irán ganó tiempo, margen diplomático para negociar y evitar la caída del régimen. Aunque sufrió de altos y bajas (cerca de 224 muertos) muchas de sus capacidades nucleares quedaron destruidas. Estados como Arabia Saudita y Emiratos, preocupados por la escalada, se beneficiaron del enfoque........

© La Patilla