Nelson Chitty La Roche: Sobre Legalidad y Legitimidad. Notas sobre la dicotomía en la Venezuela de hoy (3)
“¿Qué podría haber de extraordinario en esos ojos?” ¿Qué se refleja allí, a la vez oscuramente en la angustia y luminosamente en el orgullo? André Breton, Nadja
Conviene aclarar que no es el vocablo democracia un equivalente de legitimidad. Aunque, sin embargo, el ejercicio democrático genera legitimación. La legitimidad supone básicamente y entre otras acepciones que se enhebran en la consideración de la temática, el reconocimiento de la ciudadanía al poder y para ser congruente, como expresión de legalidad regular y válida. La democracia es un sistema de gobierno que supone la prevalencia del pueblo como depositario y titular de la soberanía.
Se tiende no obstante a denominar como por antonomasia las nociones de legitimidad democrática y legalidad y en efecto, en la evolución de la teoría política la democracia ha progresado hasta convertirse en un paradigma que implica, además, la correspondencia entre el liderazgo emergente y la aprobación de sus bases formales e ideológicas y discúlpenme si redundo. Obviamente la estructura pública se aviene en simultaneo, como el marco político y jurídico en que se cumple esa dinámica.
Anotaremos de seguidas y antes de abordar el escenario venezolano en este momento de su devenir que, se asumieron en Francia ambos vocablos como sinónimos hasta la revolución y especialmente, con el retorno de las monarquías. (Thomas Würtenberger, Legitimität, Legalität, in R. Koselleck/T. Conze (dir.), Geschichtliche, Grundbegriffe, t. 3, Stuttgart, 1984, p. 677-740. Citado por Jean-François Kervegan, Legitimidad de la Legalidad, 2011)
Me permití antes y por fortuna, revisar una tesis de doctorado en Ciencias, mención Ciencias Políticas de la UCV, de mi entrañable amiga Silvia........
© La Patilla
