Musk vs. Trump: Choque de titanes, por Orlando Viera-Blanco:
El “impasse” entre Elon Musk y Donald Trump no sólo es una pugna entre dos de las figuras más influyentes de EEUU. Plantea implicaciones profundas en el orden político, comercial e internacional. La disputa toca las relaciones con China, el Tratado entre México, EEUU y Canadá (T-MEC), y el debate sobre el déficit fiscal estadounidense. Un choque de visiones que no es una mera medición de fuerzas, sino un reflejo de modelos distintos de liderazgo y pensamiento estratégico sobre el futuro económico y geopolítico del país. Es el prólogo de una nueva ola civilizadora en un mundo nuevo, que se empeña en retroceder.
También es menester analizar la variable personalidad. Amén de estar en presencia de caracteres fuertes e indoblegables, pronostico que la virtud del entendimiento, el sano sobrepeso de la conveniencia y la prudencia, pronto encontrarán espacio para ‘ajustar temperamentos’.
Orígenes del conflicto: divergencias de visión y poder
La tensión entre Musk y Trump se ha intensificado recientemente a raíz de las críticas de Trump hacia los subsidios verdes y la postura progresista de algunas empresas tecnológicas, entre ellas Tesla. Aunque Musk ha coqueteado con posturas conservadoras e incluso ha defendido principios de libre mercado típicos del ideario republicano. Sin embargo, su rechazo a las barreras económicas de Trump y sus críticas al creciente déficit lo han distanciado del presidente.
Musk ha arremetido contra lo que considera “una administración fiscalmente irresponsable, de cualquier color político”, alertando sobre la insostenibilidad del gasto federal estadounidense. A ello se suma su creciente incomodidad con las interferencias gubernamentales que, según él, sofocan la innovación. Musk quién fue designado por el Presidente Trump para dirigir El Departamento de Eficiencia Gubernamental [DOGE], ha ejercido una gestión a lo menos, reveladora y polémica.
El llamado DOGE, no es una dependencia oficial del gobierno de los EEUU. El término [DOGE] ha sido utilizado para referirse a las propuestas de Musk orientadas a reformar la burocracia estatal, optimizar procesos administrativos y reducir el gasto público. Musk ha promovido públicamente una serie de principios y directrices que podrían encuadrarse en los objetivos de una sugerida agenda de eficiencia gubernamental. Esto incluye: i.-Crítica al sobredimensionamiento del Estado federal; ii.-Impulso a la digitalización y automatización administrativa mediante la adopción de herramientas tecnológicas, inteligencia artificial y blockchain para agilizar procesos, combatir la corrupción y reducir el tiempo de respuesta de las agencias públicas; iii.- Promoción de contratos por eficiencia con el Estado, desde empresas como SpaceX o Tesla, demostrando cómo actores privados pueden ejecutar proyectos estratégicos (como el transporte espacial) a menor costo y mayor celeridad que agencias gubernamentales.
[Musk] alerta que un incremento del déficit fiscal-incluso en períodos de bonanza económica-implementado políticas fiscales como recortes de impuestos sin contrapartida en reducción del gasto, compromete la sostenibilidad del Estado. Otro aspecto crítico es que a pesar de promesas de “drenar el pantano” (drain the swamp), Musk alerta que la administración Trump no logró simplificar y optimizar el funcionamiento del gobierno federal,........
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