Luis Manuel Aguana: Instrumentos fundamentales de la Transición
Cuando se propone un modelo conceptual para tratar de explicar la realidad, que por supuesto es mucho más compleja, lo que en el fondo intenta es, no solo entender esa realidad, sino comprender como se podría modificar a nuestro favor, no dejando que variables sin precisar nos lleven por caminos peligrosos que no podamos controlar.
Al haber definido las fases del modelo Desplazamiento-Transición-Refundación y poner bajo el microscopio como discurrieron los hechos históricos en 1958, con énfasis en la fase de Transición en mi pasada nota, pudimos ver que efectivamente el modelo aplicaba para colocar en su lugar cada fase, poniendo a prueba el modelo con la última Transición venezolana hacia el sistema democrático desde una dictadura (ver Transición venezolana, lecciones del 23 de enero, en https://ticsddhh.blogspot.com/2025/09/transicion-venezolana-lecciones-del-23.html).
Constatamos que la presencia militar en aquel entonces resultaba indispensable, aun sin tener los problemas que hoy nos aquejan, de grupos armados sin control de ninguna autoridad legítima en todo el territorio. Por supuesto, los militares de hoy no tienen nada que ver con los de esa época. Sin embargo, era importante precisar la necesidad del control interno de las armas para que esas fases puedan transcurrir sin problemas. Es claro que ese sería un modelo ideal, al que habría que apuntar si se pretende hacer pasar al país por el difícil camino de una Transición.
La conclusión de la aplicación del modelo a 1958 es que se necesita a los militares en las fases 1 y 2, y no precisamente a los extranjeros, sino a los locales. Eso, a mi juicio, no está resuelto ante la creencia de que todo se caerá ordenadamente después de una supuesta “extracción” de quienes tienen el cartel de “Se busca” con recompensa. De hecho, si sucede así, lo que seguiría es la sucesión constitucional prevista. ¿O se llevarían también al vicepresidente de la República y al Presidente de la Asamblea Nacional? ¿O va a ocurrir una “extracción” con invasión incluida, para imponer a la fuerza a Edmundo González Urrutia (EGU) y necesariamente sostenerlo con tropas extranjeras por encima de nuestro ordenamiento jurídico? Esas serían las preguntas que deberíamos hacernos si efectivamente se materializa lo que la mass-media de todas las partes vaticina en el corto plazo.
Visto así, la cosa no se ve tan sencilla entonces. Pero volvamos de nuevo a 1958. Cuando ocurrió el golpe militar a Marcos Pérez Jiménez, estaba en vigencia en Venezuela la Constitución de 1953. El dictador huye del país dejando un vacío de poder. Pero los militares al mando no siguieron la Constitución de 1953, que tenía perfectamente prevista esa situación:
“Artículo 106. En caso de falta absoluta del Presidente de la República después........© La Patilla
