Luis Manuel Aguana: Buscadores de la legitimidad perdida
A cualquier seguidor atento de la realidad venezolana, tal vez lo primero que le venga a la mente cuando se hable de un cambio político en nuestro país sea, ¿sobre cuál legitimidad se puede montar cualquier nuevo gobierno que venga en Venezuela? Porque si a ver vamos, si mañana se derrumba por cualquier motivo el régimen ilegítimo que actualmente gobierna en Venezuela, lo primero que debe aparecer, por algún lado, es la base legítima sobre la cual fundamentar cualquier próximo gobierno.
Y cualquiera de ustedes me dirá, bueno, las elecciones del 28 de julio de 2024 le dieron a Edmundo González Urrutia (EGU) la victoria, con actas en mano, con lo cual él podría entonces venir a Venezuela y sin problemas juramentarse para ejercer su gobierno, con base a los votos expresados ese día, y cuyas pruebas se encuentran en las actas resguardadas en una bóveda en Panamá . Eso asumiendo que aún pueda hacerlo, si no lo hizo el día 10 de enero de 2025, fecha en que le correspondía constitucionalmente, a pesar del debate que hay respecto a una posible ausencia constitucional. Pero asumamos por ahora que todavía puede.
Ese acto de juramentación claramente civil, deberá obviamente contar con el respaldo de las FFAA (cosa que todavía no pasa y busca incesantemente la oposición, y que aunque es requisito fundamental para que ocurra, no es el tema de esta nota) y realizarse frente a una Asamblea Nacional legítimamente electa, cosa que no existe en Venezuela.
Algunos dirán que la Asamblea Nacional de 2015, última que gozó de la condición de legitimidad necesaria, aún sigue en funciones. Lamentablemente y pese a que la llamada Asamblea de 2015 se “autoproclamó” en funciones luego de culminar su periodo constitucional de 5 años, difícilmente puede considerarse legítima por nadie fuera del país, considerando que esa condición en el contexto de nuestro sistema republicano, solo proviene de los votos emanados del pueblo venezolano en elecciones libres y transparentes. Y léase aquí que estamos estirando el concepto de que las elecciones presidenciales de 2024 revisten tal condición, considerando así que EGU es Presidente Electo legítimo de Venezuela. Pero sigamos buscando la legitimidad perdida.
En ausencia de una........
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