Luis Barragán: La tentación de los progromos
Por Luis Barragán
De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia, la diáspora refiere a la dispersión de los grupos humanos que dejan su lugar de origen, precisando el éxodo como la emigración de un pueblo o de una muchedumbre de personas. Por supuesto, ambas expresiones tienen extraordinaria connotaciones históricas de las que los venezolanos culturalmente tenemos noticia al equipararlas, aunque – por una parte – podríamos aludir al éxodo de los israelitas que escaparon del Egipto esclavizador liderados por Moisés, hacia la tierra prometida (Canaán); y – por otra – a la diáspora como aquella que comenzó con la destrucción del primer templo por los babilonios, intensificada con la destrucción del segundo templo dispersando a los judíos hacia Babilonia y, luego, por todo el imperio romano, conociendo de grandes oleadas hasta un siglo XX de expulsiones, progromos y exterminios.
La masiva y continua migración interna y externa de los venezolanos en esta centuria, desde un primer instante, la creímos provisoria y, además, absolutamente comprendida por el mundo entero, convertido el término “diáspora” en un eufemismo para señalar un fenómeno de desplazamiento y búsqueda de refugio de grandes y muy arriesgados contingentes humanos. Es demasiado evidente que ha afectado a otros países, comenzando por el colapso de los servicios públicos de los vecinos, trastocado en un grave problema político aún siendo bien intencionados los países receptores que saben muy........
© La Patilla
