No se trata del efecto de una lumpia mal elaborada. Tampoco de un trasnocho con ratón ideológico, inducido por algún texto marxista de la República Democrática de aquella Alemania Oriental tan deplorable y paradójica en su rimbombante nombre.

Más bien consiste en retomar y actualizar la experiencia de la Revolución Francesa, de la que por cierto celebró ayer de nuevo Francia y el mundo su efemérides 246.

Gran inspiración de cambio ha sido en la era moderna, este proceso histórico, hito del capitalismo burgués democrático y del orden político de tres poderes, que rige la vida del mundo libre y hasta el sistema de........

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