Irán y su influencia silenciosa: Comunismo islámico, milicias y alianzas en América Latina, por Dayana Cristina Duzoglou
Quienes seguimos de cerca lo que ocurre en el Medio Oriente a veces cometemos el error de ver a Irán como una simple teocracia chiíta, castradora e impositiva. Pero la verdad es que Irán es mucho más que un país islámico bárbaro donde se ahorca a jóvenes en plazas públicas por supuestas tendencias homosexuales. Irán es, en esencia, un Estado comunista que se vale de la religión para justificar y exportar un modelo totalitario. Este sistema se parece más al Socialismo del Siglo XXI en Venezuela o al comunismo cubano que a la nación modernizada por el Sha, quien convirtió a Irán en una de las más prósperas de la región.
Teherán, donde se concentra el poder de los ayatolás, funciona como una maquinaria de poder en la que el clérigo no es solo jefe de Estado, sino también comandante ideológico. Se autodenominan “guías espirituales”, pero su función real es ejercer un control absoluto sobre la sociedad. Este modelo aberrante no solo ha persistido dentro de Irán, sino que se ha ido exportando mucho más allá del Golfo Pérsico. Hoy vemos cómo, en países como Siria y Venezuela, milicias armadas vinculadas al narcotráfico operan con una eficiencia alarmante, acercándose cada vez más a su objetivo final: la destrucción de Estados Unidos, símbolo del capitalismo, la libertad y los valores occidentales, donde ninguna religión ni fanatismo domina por encima de los derechos individuales.
Estados Unidos, tierra de hombres libres y hogar de ciudadanos valientes, ha sido históricamente un faro de luz frente a la oscuridad del islamismo autoritario que busca pueblos arrodillados, sumisos y convertidos en nuevos esclavos. Y aunque parezca difícil de creer, los tentáculos de este comunismo islámico ya se extienden hacia varios países de América Latina —como Venezuela y Bolivia—, impulsados por la debilidad estratégica de líderes como Barack Obama y la inoperancia del mediocre Joe Biden.
Del Corán a Lenin: el nuevo rostro del autoritarismo iraní
El líder supremo, el ayatolá Alí Khamenei, encabeza este sistema bárbaro. Bajo el principio del velayat-e faqih (el gobierno del jurista islámico), se ha instaurado un régimen comparable a los comunismos del siglo XX, pero con una diferencia clave: mantiene una apariencia electoral que es controlada y manipulada por un “Consejo de Guardianes”, que........
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