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Humberto García Larralde: Teodoro

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02.11.2025

El 31 de octubre marcó el séptimo aniversario de la desaparición física de Teodoro Petkoff. Fue un fuera de serie, brillante, culto y políglota, quien marcó decisivamente la discusión política en Venezuela, sobre todo, en el campo de la izquierda. Van mis impresiones al respecto.

Vi por primera vez a Teodoro en 1969, en el acto que hizo el Partido Comunista en el Palacio de los Deportes de la Avenida San Martín para celebrar el retorno a la lucha política abierta de quienes habían protagonizado el espectacular escape del Cuartel San Carlos unos años antes: Pompeyo Márquez, Guillermo García Ponce y el propio Teodoro. Hecho posible por la pacificación que había iniciado la presidencia de Raúl Leoni –las ilusiones que una vez habían insuflado a la lucha armada estaban de salida—, que culminó con la vuelta a la legalidad de los partidos Comunista y Movimiento de Izquierda Revolucionaria bajo el gobierno de Rafael Caldera. A cada uno los festejados le respaldaba una leyenda particular que los colocaba en nuestro sitial de héroes –la del Santos Yorme clandestino durante la dictadura de Pérez Jiménez, la del férreo catire García Ponce y la increíble fuga de Teodoro Petkoff desde un quinto piso del Hospital Militar, descolgándose con un atajo de sábanas, quizás la gesta que más impresionaba a jóvenes como era yo entonces.

Desde este hechizo juvenil por sus hazañas como luchadores revolucionarios, nuestra admiración pronto fue cautivada por la profusión de ideas que afloraban en la discusión del PCV de entonces, en busca de respuestas al terrible error de haber creído –obnubilado por la Revolución Cubana– que el camino para tomar el poder era alzarse en armas, aun encontrándose Venezuela estrenando su largo ejercicio democrático. Porque, a diferencia de la mayoría de los partidos marxistaleninistas, el nuestro no se conformaba con ser una simple capilla para la preservación de dogmas impartidos desde la Unión Soviética. Aquí se debatía, sin temerle a sus implicaciones. Ya la dirigencia se había peleado abiertamente con Fidel, quien despotricaba contra la “cobardía” que, para su proyecto, significaba la........

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