La ilusión es una fuerza poderosa que impulsa sueños, anhelos y esperanzas. Sin embargo, una espada de doble filo que, al clavarse en la realidad, deja un sabor amargo de desilusión. En su afán por alcanzar lo anhelado, el ser humano idealiza escenarios y expectativas, crea una burbuja que, al estallar, conduce a una profunda desesperanza. En este vaivén reside la complejidad de la experiencia humana.

Crear ilusiones y expectativas, es un componente esencial de la vida. Permite ver más allá de lo inmediato y soñar con un mañana. Motiva a perseguir metas, encontrar estimulación para seguir adelante y genera energía que impulsa. Sin ella, la existencia seria gris y monótona. No habría propulsión para levantarnos cada día con la frente en alto.

Esta el caso de quien sueña con una carrera exitosa y encuentra en ese anhelo la motivación para estudiar; incluso durante los momentos más difíciles de la formación académica. La ilusión actúa como el combustible emocional que alimenta esfuerzos y aspiraciones.

Sin embargo, cuando no se ajustan, sostenidas por un espejismo desmedido, chocan con la cruda verdad. Se estrellan contra la........

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