Cuando defenderse es un delito: Desenmascarando la verdadera amenaza, por Robert Carmona-Borjas
En la madrugada del 13 de junio de 2025, Israel inició la «Operación León Ascendente», desplegando más de doscientos aviones de combate para atacar casi un centenar de instalaciones estratégicas en Irán. Entre los objetivos figuraban los centros de enriquecimiento nuclear en Natanz y Fordow, bases aéreas, fábricas de misiles y puestos de mando clave de la Guardia Revolucionaria. Esta ofensiva precisa y estratégica resultó en la eliminación de importantes comandantes de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) y destacados científicos nucleares. La rápida represalia de Irán—a través de misiles y drones—causó víctimas civiles y militares en ambas naciones.
Para analizar con honestidad las dimensiones morales y geopolíticas en juego, es imprescindible primero entender claramente la naturaleza intrínseca del régimen iraní. Desde su instauración en 1979, la República Islámica ha representado un sistema político totalmente ajeno a los ideales democráticos, caracterizado por una teocracia autocrática. El poder supremo reside exclusivamente en una jerarquía clerical, nombrada y no elegida, que responde únicamente a la doctrina teológica, y no al consenso ciudadano ni a restricciones constitucionales. Los derechos humanos fundamentales y las libertades civiles están subordinados explícita y sistemáticamente al mandato religioso, mientras principios legales convencionales, como la jurisprudencia y la separación de poderes,........
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