Trump cierra el cerco: no hay refugio narco, por Antonio de la Cruz
“No vamos a permitir que un cártel se haga pasar por gobierno dentro de nuestro hemisferio”.
Marco Rubio
Hace unas semanas, una flota de buques de guerra estadounidenses se desplegó en el Caribe, frente a las costas de Venezuela. Era una escena que parecía salida de una novela de aventuras o de una crónica de los años más tensos de la Guerra Fría: ocho barcos, drones de vigilancia, incluso un submarino de ataque y diez aviones caza furtivos de quinta generación. Oficialmente, se trata de una cruzada antidrogas. Pero en el aire flota la sensación de que aquello es algo más que una cacería de lanchas rápidas cargadas de cocaína.
El 2 de septiembre se produjo la primera acción cinética: una embarcación fue destruida con sus once tripulantes. La acción se repitió este lunes 15 de septiembre, cuando el presidente de Estados Unidos informó sobre la destrucción de una segunda lancha con sus tres ocupantes. Y al parecer hay una tercera embarcación, a la que se refirió ayer sin dar mayores detalles. Ya lo había advertido: es una guerra contra el narcotráfico.
Donald Trump anunció con el desparpajo de quien sabe que el gesto es tan importante como el hecho: “Acabamos de volar una lancha cargada de droga; hay más de donde salió esa”. Sus seguidores celebraron la frase como prueba de fuerza y determinación. Sus críticos vieron en ella el preludio de una escalada que puede transformar el Caribe en un tablero de poder.
De dictador a capo: el cambio de marco
Durante décadas, la política antidrogas de Washington en América Latina fue esencialmente reactiva:........
© La Patilla
