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Antonio de la Cruz: Hay que cerrar Pdvsa

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03.10.2025

Cerrar Pdvsa no es traicionar la patria, es liberarla para construir el hub energético de las Américas

Durante décadas repetimos un mantra: Pdvsa es la patria, Pdvsa somos todos. Era la gran empresa nacional, orgullo de modernidad, símbolo de soberanía. Pero esa empresa que alguna vez estuvo en el selecto grupo de las cinco petroleras más eficientes del planeta ya no existe. Lo que queda hoy es un cascarón endeudado, corroído por la corrupción, convertido en botín político y sin capacidad técnica ni financiera.

Seguir aferrados a la idea de “rescatar a Pdvsa” es un espejismo. No hay ingeniería posible que resucite un cadáver que lleva dos décadas en descomposición. El reto no es salvar a la empresa, sino salvar a la nación de su ruina.

El mito roto

La nacionalización de 1975 creó un relato de identidad: la “empresa de todos los venezolanos”. Pero ese mito se quebró con tres golpes sucesivos:

La politización de la gerencia —roja, rojita— y la purga de casi 20.000 (50%) trabajadores en 2003.La conversión de Pdvsa en caja chica del Ejecutivo a través de los bonos y ventas a futuro, junto con el saqueo de decenas de miles de millones de dólares.

El colapso operativo: la falta de inversiones y de mantenimiento ha hecho que en la actualidad la empresa tenga refinerías inservibles, una producción en mínimos históricos y una deuda impagable.

Hoy, Pdvsa no es un patrimonio nacional: es un obstáculo para la........

© La Patilla