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El increíble partido creciente

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04.05.2025

El increíble partido creciente / Leonard Beard

En Barcelona se ha producido un apagón (qué casualidad) y la parada eléctrica ha trastocado ciertos registros informáticos en los que se censaban los Denver, seres cibernéticos con perfecto aspecto humano, pero carentes de recuerdos de una infancia que no tuvieron y con fecha de muerte preconcebida que, sin embargo, la desprogramación ha dejado al azar, como la de cualquier prójimo. Una brigada se ocupa de localizarlos con el propósito de proceder a su exterminio, pero el protagonista sabe disimular muy bien su condición, aunque el destino de la parte humana de su naturaleza le lleva a sufrir a causa de los sentimientos inherentes a esta especie. La novela se remonta a un argumento típico de su autor, que no viene aquí al caso, pero este es el esqueleto de partida.

El increíble partido creciente

Cerré el libro de Vila-Matas (Canon de cámara oscura, Seix Barral) para darme de bruces en el ordenador con el Barómetro de Primavera del Cemop sobre previsión de resultados electorales en la Región de Murcia, e instintivamente exclamé: «¡Los Denver!». Los cyborg de Vila-Matas son, como los replicantes de Blade Runner, un grupo sumergido que se desenvuelve con aparente normalidad, pero mientras en la película de Ridley Scott mantienen su fecha de caducidad, los Denver, tras el apagón, han dejado de estar controlados con el indudable riesgo de que se multipliquen.

Así, Vox, nuestros Denver domésticos. Ya alcanzan, según el Cemop, casi la cuarta parte de los murcianos, a punto de empatar con el PSOE. Esto significa que cuando vamos al Mercadona o asistimos al festival indie Warpm Up, uno de cada cuatro de quienes nos acompañan es votante potencial de Vox. Y ya no son detectables.

En los primeros tiempos de emergencia de este partido se produjo un auténtico boom de exhibicionismo. Banderitas, pulseras y pegatinas, aun reproduciendo la enseña común, enfatizaban con orgullo la pertenencia a la nueva organización. Personas desconocidas por mí me paraban en la calle y me colocaban en plena acera discursos sobre la constitucionalidad de la bandera del aguilucho, sobre los riesgos de sustitución civilizatoria por el acogimiento de inmigrantes o sobre la venta de la patria por el........

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