Pablo Guerrero. Volverá a llover a cántaros
Pablo Guerrero. / l.o.
Tiene que llover a cántaros decía Pablo Guerrero, que acaba de fallecer, dejando en y para el recuerdo canciones que fueron y son parte de nuestra historia. Muchos, los más jóvenes, no lo han llegado a conocer; los que ya tenemos una edad y vibramos con los cantautores de aquella generación que peleó por la libertad con la única arma de la poesía y la música, sentimos el dolor de ver desaparecer a quienes construyeron el hoy, que se soñaba muy distinto al real y presente. Se superó la dictadura, pero no se ha reemplazado por la sociedad justa, de concordia y respeto, de prohibición del prohibir, plural y amable que se proponía desde las voces que han apagado los sembradores del odio, del enfrentamiento como arma que les caracteriza ante las manos vacías de todo ofrecimiento. Sumergirse en los cantos a la vida de todos ellos, de Pablo y su Pepe Rodríguez, nos obliga a no aceptar una esperanza frustrada, un fracaso inesperado. La libertad no tiene ideología cuando esta se revuelve contra ella misma y vende comportamientos disfrazados de apariencia que se traducen en voces apagadas y censuradas. Cuando el silencio y la autocensura se erigen en norma.
Hoy las canciones son otra cosa porque la sociedad es otra. Se disfruta de una libertad proclamada contra el otro y se pregona como libertad lo que es, simplemente, oposición y silenciamiento de quien piensa diferente. Libertad que se apoya en la........
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