La Dani y las etiquetas
En la gigantesca constelación del arte y el entretenimiento, emergen ocasionalmente estrellas que desafían los moldes, rompen barreras y trascienden de las etiquetas habituales. La Dani, un malagueño absolutamente singular, se eleva como uno de esos astros impares que iluminan el panorama artístico con su brillantez multifacética.
Con apenas 31 años, La Dani ya va asomando la patita en la escena pública española si bien su espacio de mayor desarrollo es la vida en su conjunto. Su historia, más que una narrativa de ascenso a la fama, es un relato de autenticidad, de desafío constante a las convenciones y de perseverancia ante los obstáculos.
El viaje de La Dani -su nombre ya apunta maneras- hacia el estrellato comenzó en el mundo de la música urbana, donde labró su camino con una colección originalísima de sencillos con títulos que apuntan alto como Gordo y apretao. Sin embargo, su incursión en el cine, en la película Te estoy amando locamente, marca un hito crucial en su carrera. Interpretando el papel de un activista LGTBI en la Sevilla de los años setenta, La Dani ha demostrado su versatilidad artística y su capacidad para encarnar personajes complejos con una autenticidad conmovedora. La película es extraordinaria y él encuentra, por fin, lugares y espacios en los que se mueve como guarro en charca. Es evidente que esto no ha hecho más que empezar. Y es que con la llave aún en la cerradura con la que se abre paso en este mundo, ya cuenta con dos nominaciones........
© La Opinión de Málaga
visit website