El Dépor, el club que se reinicia cada cuatro meses
El Dépor es como ese coche que nunca arranca, que siempre se queda sin batería, al que siempre le falla la pieza más insospechada. Desmonta el motor, cambia todas las piezas posibles, cual maestro artesano. Lo limpia, lo engrasa, se sienta de nuevo al volante y... nada. Y así una y otra vez, una y otra vez. Tras darle la vuelta al club como a un calcetín el pasado verano, el Dépor se enfrenta ahora a un nuevo reinicio como institución cuatro meses de después. Agotador, ineludible. Pero es su desgracia, es su anómalo día a día. Se empeña en cuidar los pasos, en detenerse en los detalles, en apostar fuerte... y vuelta a empezar. Se le ha acusado de ir con las luces cortas en las últimas temporadas, de no construir y de fiarlo todo al ascenso, de intentar correr cuando aún no camina con firmeza. Y ahora que pretende levantar la cabeza y poner las largas, su realidad le empuja a dar un volantazo en cada curva para no volver al precipicio. Eso sí, estaría bien que por una vez y, aunque lo que le rodea empuja a desgastar la guillotina, no todo fuesen cenizas, que quedase algo en pie.
Con o sin Imanol Idiakez, el Deportivo necesita ser otro a partir del mes del mes de enero. Los milagros existen y el futuro no está escrito, pero los indicios y las urgencias no le ofrecen un futuro muy prometedor al técnico vasco en A Coruña.........© La Opinión A Coruña
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