Si algo no logró- entre muchas otras cosas- el gobierno de Gustavo Petro fue la coherencia. Ni siquiera en las instituciones que le rodean. La Defensoría del Pueblo, incluida la del Huila, parece que va en contravía de los derechos de sus trabajadores. Mientras la Casa de Nariño asume la reforma laboral como su mayor logro en estos tres años, la defensora Iris Marín y sus defensores regionales van en sentido contrario. En Neiva, a los defensores públicos- asignados por el Estado para representar a personas de escasos recursos económicos que no pueden pagar un abogado particular- les impusieron en sus nuevos contratos una serie de multas y procedimientos sancionatorios que son de chiste, como en una escuela de bachillerato.

Los multarán........

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