Todo está dispuesto para iniciar el tránsito hacia una nueva era política en Colombia. No será inmediato: tomará dos o tres décadas, pero hay que empezar. Es imperativo hacerlo ya. Ciento cincuenta aspirantes a la presidencia y miles al Congreso. Es la feria de la democracia en un país sitiado por el crimen, cooptado por el discurso que pretende imponer un amor extraño por encima de la ética y del contrato social. Nos corresponde, por mera supervivencia e inteligencia primaria, desmontar este despropósito auspiciado por un caudillismo hipnótico que nos doblega.

Llegó la hora de convocar.........

© La Nación