menu_open Columnists
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close

Contra el mito del capital raro: la economía social como brújula en tiempos financieros

2 30
02.06.2025

Desde la crisis de 2008 hemos presenciado algo más profundo que un giro de política económica: el paso de un neoliberalismo en retirada a una forma más sofisticada de dominio que podríamos llamar Nuevo Capitalismo Financiero (NFC). Como explica Davide (autor del blog Crítica de economía política), esta nueva arquitectura no se limita a desregular mercados, sino que captura directamente las instituciones públicas, convirtiéndolas en garantes de la rentabilidad privada a través de esquemas como las asociaciones público-privadas (PPP) o el de-risking (eliminación del riesgo).

El NFC es más que una fase técnica: es una arquitectura ideológica que se autopresenta como natural e inevitable. Una versión sofisticada del TINA («There Is No Alternative») donde:

  • El capital tiene derechos de gobernanza porque es escaso y móvil.
  • Los Estados deben atraerlo y protegerlo, no regularlo ni redistribuirlo.
  • Las instituciones públicas deben volverse «inversionables» o volverse irrelevantes.
  • El desarrollo es financiarizable o simplemente no será.

Esta lógica ha penetrado tan profundamente que incluso construcciones supranacionales como la Unión Europea –diseñadas originalmente para crear poder colectivo frente a los mercados– terminan subordinadas a la misma arquitectura financiera que pretendían regular.

El desempoderamiento europeo como síntoma sistémico

El conflicto arancelario entre Trump y la UE ilustra perfectamente esta dinámica. Con la reactivación del mismo a raíz del anuncio de Trump de la nueva fecha límite del 1 de junio, numerosos analistas europeos han vuelto a señalar una realidad de las relaciones económicas entre la UE y USA: mientras Europa mantiene un superávit en bienes industriales frente a Estados Unidos, sufre un déficit estructural en servicios financieros y tecnológicos. Esta asimetría no es casual: refleja cómo una economía........

© La Marea