Nuestro esfuerzo, su beneficio
Las declaraciones del presidente de la patronal española, Antonio Garamendi, reivindicando la cultura del esfuerzo para solucionar el “problema de actitud” que tendría la clase trabajadora española con relación al trabajo, han levantado una lógica indignación. Garamendi se posicionaba, en el marco del Forbes Spain Economic Summit, contra el lema “trabajar menos para vivir mejor”, idea detrás de iniciativas como el fallido proyecto de ley de reducción de la jornada laboral rechazado en el Congreso el 10 de septiembre pasado. Ante esta situación, el líder de la CEOE criticaba al Ministerio de Trabajo por su propuesta de promulgar, de manera urgente, un decreto ley que refuerce el registro horario en las empresas, para que la Inspección de Trabajo pueda conocer las horas extraordinarias que no se contabilizan formalmente y, por tanto, no se pagan.
En un estudio de CCOO publicado hace un año, estas horas extras no pagadas ascendían a 2,6 millones a la semana, lo que equivale a un robo adicional a la clase trabajadora –sin contar la plusvalía– calculado en 3.254 millones de euros por año. El robo es doble pues afecta también a las arcas públicas, al no abonarse las correspondientes cotizaciones e IRPF de ese tiempo de trabajo que le sale gratis a los empresarios. En el estudio se mencionaba asimismo cómo la sumatoria de todas las horas daría para crear 170.000 empleos de jornada completa. Sería bueno tener en mente estos datos para cuando nos vengan a hablar de pobres y delincuencia.
«Olvídese de la conciliación familiar y de tener vida propia. Es más, olvídese de cobrar por su trabajo. ¡Viva la esclavitud asalariada!».
A decir de Garamendi, las trabajadoras españolas no deberían preocuparse de estar contando las........
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