Escolasticidio, o genocidio de la comunidad educativa, en Gaza
Con todo el dolor del alma este escrito está dedicado a los niños palestinos que soportan el escolasticidio y a Marisol y Lucía, mis queridas hijas.
"La educación y todo el proceso educativo, junto con todos sus componentes, instalaciones e instituciones, están en el centro del objetivo sionista israelí. Este ataque es sistemático, es un asalto calculado, según la clasificación de las organizaciones de derechos humanos". -Kram Wadi, profesor adjunto de Currículo e Instrucción en la Universidad Al-Aqsa
"A quienes dicen por qué no hay educación en Gaza, los bombardeamos. Oh, qué lástima, ya no seréis ingenieros". -Un soldado de Israel
«Estás matando todos los años dedicados a la formación, que en su totalidad serían básicamente miles de años de conocimiento, porque cada una de estas cientos de personas que han sido asesinadas ha trabajado al menos 10 años para obtener un doctorado, si no más». -Abdel Razzaq Takriti, profesor Universidad Rice en EEUU.
El genocidio de los palestinos que realiza de manera cobarde e impune el régimen de Israel alcanza tales cotas de inhumanidad que se han tenido que inventar nuevos términos, porque los existentes son limitados e insuficientes para describir la macabra realidad que viven de manera cotidiana los habitantes de Gaza y Cisjordania. En este caso, las palabras se quedan cortas para señalar los nuevos crímenes nazisionistas. Estos son de tal magnitud que genocidio resulta siendo un vocablo que por su carácter genérico -aunque terriblemente cierto- no da cuenta de los nuevos crímenes que ha inventado el Estado de Israel, todos inscritos por supuesto en la órbita amplia del genocidio.
Entre esos crímenes existe uno particularmente brutal, que es realizado en forma premeditada y planificado con el claro propósito de matar, herir, destruir, arrasar de manera directa a niños, jóvenes, profesores y, en sentido más amplio, a la comunidad educativa. Para dar cuenta de esa nueva criminalidad estatal y terrorista se ha inventado la palabra escolasticidio, es decir, genocidio escolar, educacidio o educidio, con el cual se quiere dar cuenta de la destrucción sistemática, bien sea total o parcial, de la vida educativa de un grupo nacional, étnico, religioso o racial y de sus formas de organización educativa y cultural, como está aconteciendo hoy con el pueblo palestino.
COMPONENTES DEL ESCOLASTICIDIO
El vocablo escolasticidio fue acuñado por la profesora palestina de la Universidad de Oxford, Karma Nabulsi, en el que se combina el prefijo latino schola, que significa escuela, con el sufijo latino cidio, que significa matar. Más allá de lo literal, matar la escuela, habría que agregar que es una matanza masiva, sistemática, planificada, con el objetivo de destruir a la escuela y a los escolares. En forma esquemática e incompleta, dada la inventiva israelí en el terreno de la muerte y la crueldad, señalemos algunos de los rasgos que caracterizan al escolasticidio, para arañar, así sea superficialmente, la magnitud del crimen en marcha. Se trata también, como enseñanza derivada, que la comunidad educativa, en los diversos países, entienda el sentido y significado del genocidio escolar, porque allí se muestra un elemento del posible futuro que nos espera a todos nosotros si es que no hacemos nada para enfrentar los crímenes del nazisionismo.
Destrucción de escuelas y universidades: Israel expulsa los cuerpos de sus sitios de residencia, mata y destruye las subjetividades de los palestinos y destruye en términos materiales el aparato escolar, para que esta no tenga condiciones físicas de seguir operando. De esta manera, puede colegirse sin mucho esfuerzo que los bombardeos contra escuelas y universidades no son ningún daño colateral, ni se atacan los centros educativos porque supuestamente allí se refugian los combatientes de Hamas. Simplemente, un objetivo central del genocidio en curso es impedir que existan lugares, espacios, construcciones educativas en las que en el futuro inmediato puedan reanudarse las actividades escolares. Al respecto, la destrucción de las escuelas y universidades es de tal magnitud que en poco tiempo ha alcanzado niveles similares a los que se produjeron durante la Segunda Guerra Mundial, incluso peores si tenemos en cuenta que Israel se concentra en forma específica en la destrucción de los centros educativos, algo que no era tan evidente y directo ni siquiera en la Alemania nazi. Ahora han sido destruidas 400 escuelas y las doce universidades existentes. Aparte de todo, las escuelas que quedan en pie han sufrido destrucción parcial y muchas de ellas están tan deterioradas que no es posible habitarlas en un futuro cercano, salvo que se reconstruyan con todas las normas arquitectónicas del caso, lo cual va a durar décadas.
Palestinos inspeccionan los escombros de una escuela bombardeada por Israel el 6 de junio de 2024 en Nuseirat.
Para dar unos pocos datos sobre la destrucción de escuelas, mencionemos que a mediados de julio fueron destruidas cuatro de ellas, que fueron sometidas a incesantes bombardeos y fueron masacrados 25 niños. Sobre esto dice Juliette Touma, directora de Comunicaciones de La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio (UNRWA): "Esto se está convirtiendo en algo habitual. Sólo en los últimos cuatro días hemos visto cuatro escuelas atacadas" y "decenas de personas pagan el precio". "Hemos convertido a la gran mayoría de las escuelas en refugios y en algún momento tuvimos un millón de personas alojadas en ellas"[1]. El jueves 18 de julio "la escuela Al-Falah, ubicada en el barrio de Zaytoun, al sureste de la ciudad de Gaza, fue objetivo de un ataque que dejó un saldo de dos civiles asesinados y cinco más heridos"[2].
La escuela Al-Falah, ubicada en el barrio de Zaytoun, al sureste de la ciudad de Gaza, fue objetivo de un ataque aéreo israelí la tarde del jueves 18 de julio, con cinco niños asesinados y dos heridos
Demolición deliberada de escuelas y universidades: Para darse cuenta de la perversidad genocida de Israel debe resaltarse que no es que solamente se estén destruyendo las escuelas por los bombardeos indiscriminados contra estas instalaciones y las personas que allí se encuentran. Existe algo de la misma saña criminal, consistente en la demolición programada de escuelas en diversos sitios de la palestina histórica, algo que se viene realizando desde hace décadas y que no ha cesado en los últimos meses. Así tenemos que se han demolido sedes de universidades, como la Universidad de Israa, que fue destruida desde sus cimientos con explosivos el 17 de enero de 2024, o sea, fue literalmente borrada del mapa. O lo menos conocido como la demolición de 42 escuelas de beduinos en el Valle del Jordán, con el objetivo de favorecer la colonización sionista en la zona. Esta técnica, criminal y terrorista de Israel, es de vieja data e involucra la destrucción de las casas de los palestinos, para que estos no tengan donde retornar. En el caso de los centros educativos se demuelen para que no existan lugares donde se pueda volver a estudiar tras el apaciguamiento de esta fase del genocidio.
La Universidad Islámica en la Ciudad de Gaza destruida por el ataque israelí del 15 de febrero de 2024 (AFP).
Ataques a las escuelas de las Naciones Unidas: En el caso de Israel su cinismo genocida no tiene límites, porque no existe ningún caso similar por parte de ningún país reconocido por la ONU -e Israel sí que es hijo ilegitimo de la ONU- en el que un estado de manera descarada ataque directamente las instalaciones de esa entidad. Al respecto, Israel se ha encargado de liquidar todas las instalaciones de la ONU, la mayor parte de las cuales están ligadas a la Agencia para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio (UNRWUA), la cual administra escuelas, hospitales, centros de salud, albergues, campos de refugiados, restaurantes... Entre los ataques más criminales de Israel se encuentran los bombardeos contra escuelas y hospitales administrados por la UNRWUA, cuyas instalaciones han quedado pulverizadas y en cada uno de ellos han muertos decenas o centenares de palestinos, incluyendo miembros del personal administrativo de la entidad adscrita a las Naciones Unidas. Es decir, no solamente se asesina a palestinos, la mayor parte niños y mujeres, sino que se mata impunemente a funcionarios y empleados de la ONU, profesores, administradores, lo cual no genera ningún rechazo ni repudio especial de la mal llamada "Comunidad Internacional". Entre uno de los ejemplos que pueden mencionarse se encuentra el ataque que se realizó en junio a una escuela de la ONU, en el que fueron masacradas 35 personas. El día 7 de junio un avión militar de Israel disparó dos misiles contra las aulas del último piso de la escuela en el campo de refugiados urbano de Nuserait. En el momento en que se produjo el bombardeo 6000 personas desplazadas se refugiaban en la escuela. Uno de los sobrevivientes, Udai Abu Elias contó: «Estaba durmiendo cuando ocurrió el incidente. De repente, oímos una fuerte explosión y los cristales rotos y los escombros del edificio cayeron sobre nosotros. El humo llenaba el aire y no podía ver nada. No esperaba salir vivo. Oí que alguien llamaba a los sobrevivientes para que salieran de debajo de los escombros. Me esforcé por ver mientras tropezaba con los cuerpos de los mártires»[3].
Hasta junio de 2024 han sido atacadas 190 escuelas e instalaciones gestionadas por la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos. Además, Israel no discrimina y bombardea sin pausa los campos de refugiados y las escuelas que allí se encuentran, en donde se albergan niños. Muchos de esos campos de refugiados existen desde hace décadas, y han sido masacrados centenares de niños.Un ejemplo palpable lo representa lo sucedido el domingo 14 de julio cuando Israel volvió a bombardear la escuela de las Naciones Unidas del campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de Gaza, y masacró a 13 personas, la mayoría niños.
Ataques y bombardeos a hospitales: Aunque la destrucción del sistema de salud de Gaza, que incluye el ataque sistemático a hospitales, constituye un crimen de guerra con sus propias particularidades que debe ser analizado de manera específica, debe ser incluido dentro del escolasticidio porque gran parte de los muertos y heridos son niños que se recuperaban de ataques previos o se les atendía por diversas enfermedades. De igual manera, se ataca a mujeres gestantes, lo quiere decir que en forma premeditada se agrede a la población relacionada en forma activa o potencial con el sistema escolar, con la clara intención de matarla. Aparte del bombardeo de hospitales debe incluirse el ataque a ambulancias donde se llevan enfermos y heridos, el allanamiento arbitrario y la evacuación forzosa de los hospitales y el asesinato aleve de pacientes en las camas en que se encontraban convalecientes.
No es una casualidad que los cobardes bombardeos que realiza la fuerza aérea de Israel sobre hospitales dejen centenares de muertos y de heridos. Al respecto valga mencionar que solamente en los dos primeros meses de la fase actual del genocidio, a finales de 2023 se presentaron 250 ataques a hospitales, centros de salud y ambulancias por parte de los ocupantes de Israel, que dejaron centenares de muertos. Un solo caso es demostrativo, el artero ataque con un misil por parte de Israel contra el hospital Al-Ahli que el 17 de octubre mató en forma instantánea a 421 personas y dejo centenares de heridos. Una descripción es suficientemente ilustrativa de este atroz crimen del sionismo, que como hemos dicho, forma parte también del escolasticidio:
"'En el terreno quedaron cientos de víctimas, entre heridos y fallecidos. Las imágenes mostraban una gran cantidad de personas que yacían en el suelo'.
'Partes del hospital están en llamas', relató el cirujano británico-palestino Ghassan Abu Sittah. 'No sé si es el servicio de urgencias, pero seguro que el quirófano sí. Parte del techo se ha caído. Hay cristales por todas partes'.
Otro médico aseguró que el 80% del hospital estaba fuera de servicio y que cientos de personas murieron o resultaron heridas en la explosión.
Además de los pacientes y personal sanitario que había en el hospital, en el interior y al exterior del edificio había civiles -unos 1.000, según los últimos reportes- que buscaban un lugar seguro ante los bombardeos israelíes"[4].
Destrucción de infraestructura educativa: Cuando se habla de la destrucción material no se incluye solo a instalaciones de escuelas y universidades. Se involucra allí también la destrucción de sedes gubernamentales que están relacionadas en forma directa o indirecta con el sistema educativo. Así, el 15 de noviembre de 2023 Israel demolió la sede de la Asamblea Legislativa y la sede del gobierno de Hamas en la Franja de Gaza. Israel también bombardea y destruye restaurantes y cafeterías de colegios y universidades, los laboratorios, las zonas de esparcimiento, las instalaciones deportivas y todos los lugares de sociabilidad de profesores y estudiantes, así como las zonas administrativas que dirigen y coordinan las actividades escolares. Con la misma lógica criminal se destruyen museos, murales históricos, editoriales, imprentas, centros de producción artística, iglesias, mezquitas, edificios históricos y zonas arqueológicas.
Destrucción de bibliotecas y archivos históricos: Israel pretende borrar los lugares donde se encuentran depositadas las fuentes históricas y de conocimiento para las nuevas generaciones de palestinos. Se incurre en un memoricidio consciente y sistemático, con el objetivo de hacer añicos las bibliotecas y archivos existentes en Gaza. Cabe mencionar la destrucción del Archivo Central de Gaza de 150 años de existencia, en el que se guardaban tesoros documentales y bibliográficos sobre la historia palestina desde hace cientos de años, en especial desde la época del dominio otomano. Miles de documentos fueron destruidos por los ataques de Israel, con lo que se dio un paso más en el intento de hacer desaparecer del mapa todo lo relacionado con el pueblo palestino, incluyendo las fuentes históricas que registran su presencia en la región desde hace varios siglos.
Uso de escuelas como cuarteles e instalaciones militares por Israel: Aparte de desalojar a los niños y jóvenes de sus escuelas y universidades, el ejército sionista procede a ocupar los recintos educativos en forma militar y a usarlos como centros de operaciones logísticos y desde allí atacar al resto de la población gazatíe. Después suele bombardear y destruir las instalaciones que le han servido de centro de operaciones. Un claro ejemplo de esto que mencionamos fue la ocupación de la Universidad de Israa en diciembre de 2023, usada como centro logístico y operativo por los militares de Israel que, tras un mes de ocupación, fue demolida por los mismos ocupantes, quienes incluso bailaban de regocijo y dicha al contemplar y filmar su acción escolasticida.
Ataques y asesinatos de madres gestantes y lactantes: El futuro de la educación en Gaza está en cuestión por otro hecho terrible: en la actual ofensiva genocida por Israel han sido asesinadas miles de madres con sus hijos todavía en el vientre, otras han sido heridas o han quedado lisiadas. Muchos bebes sobreviven huérfanos desde la cuna, ante la muerte de su progenitora. Y las mujeres que quedan vivas deben dar a luz a sus bebés en duras condiciones, sin agua, sin condiciones higiénicas mínimas, sin apoyo médico y sanitario. Sus niños nacen desnutridos y abatidos desde el momento en que ven la primera luz del sol por el estruendo de bombardeos y el ruido ensordecedor de los aviones que lanzan los artefactos explosivos. Un solo ejemplo es revelador: "'No podía evitar pensar en cómo se sentía mi bebé con cada explosión'. Así se expresaba hace escasos días una mujer embarazada que permanece en el norte de la Franja de Gaza ante el asedio israelí. Ella misma describía cómo su cuerpo temblaba con cada bombardeo mientras corría para refugiarse con su familia en una escuela después de que su casa fuera destruida por los ataques. Duerme en un suelo frío y sucio, sin comida ni higiene. 'A medida que pasan las noches y avanzan los días se preocupa más. Cada día, cada hora y cada minuto tiene miedo del mundo al que traerá a su bebé y si estará bien'"[5].
Qué futuro puede tener un sistema educativo y un país en general si sus niños no pueden llegar al mundo y si lo hacen su esperanza de vida va a ser breve, teniendo en cuenta el contexto adverso en que llegan a esta tierra, y para completar soportando bombas y explosiones. Nacimientos prematuros y abortos espontáneos se presentan cada minuto en los hospitales bombardeados, donde las madres no solo esperan a sus hijos, sino que, con terrible incertidumbre, deben asumir que, en cualquier momento, sean bombardeadas y allí se acabe todo.
No por azar, dirigentes, políticos y gente corriente en Israel sostienen que debe exterminarse a los niños de Palestina porque, argumentan criminalmente, que estos van a ser futuros terroristas. Una sola muestra es ilustrativa en este sentido: Yelet Shaked, mujer del Parlamento israelí, ha afirmado sobre las mujeres y madres palestinas que «tienen que morir y sus casas deben ser demolidas. Ellos son nuestros enemigos y nuestras manos deberían estar manchadas de su sangre. Esto también se aplica a las madres de los terroristas fallecidos». Agregó con tono hitleriano: «Detrás de cada terrorista hay decenas de hombres y mujeres sin los cuales no podría atentar. Ahora todos son combatientes enemigos, y su sangre caerá sobre sus cabezas. Incluso las madres de los mártires, que los envían al infierno con flores y besos. Nada sería más justo que siguieran sus pasos». Remató diciendo que las mujeres palestinas, «Deberían desaparecer junto a sus hogares, donde han criado a estas serpientes. De lo contrario, criarán más pequeñas serpientes»[6].
Asesinato de estudiantes: En estos momentos se está produciendo el asesinato en masa del eje vertebral de cualquier comunidad educativo, esto es, los estudiantes. Y este crimen se perpetúa en forma sádica, porque todos los días se bombardean pueblos, zonas de refugio, campamentos, sedes de la ONU, hospitales, escuelas, universidades. Gran parte de quienes mueren por las "bombas inteligentes" de Israel son niños. Aunque las cifras son imprecisas y cambian minuto a minuto, dado que los bombardeos y agresiones del ejército sionista no se detienen, hasta el momento en que escribimos estas líneas se habla de unos quince mil niños asesinados, a los que deben agregarse miles de cadáveres que se encuentran entre los escombros de los edificios que Israel arrasa con sus tanques y aviones.
Los niños que tienen la suerte (¡!) de quedar vivos contemplan las escuelas destruidas, que son un oscuro recuerdo del lugar y el tiempo que pasaban con los amigos. Uno de ellos recuerda: «'Salíamos durante el recreo. Íbamos a las aulas y paseábamos. El director venía a las clases', dijo Abed al-Qara, alumno de quinto año básico, que inspeccionaba los daños con su amigo Muhammed al-Fajem en Bani Suhaila, situada al este de Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza. 'Nos daba los libros. Íbamos allí y veíamos quién entraba y salía; nos quedábamos en la puerta de la escuela. Vivíamos'»[7]. De eso solo quedan los edificios en ruinas, las aulas destruidas, los libros y cuadernos pulverizados. En fin, una muestra macabra de lo que deja el genocidio educativo y los sueños rotos de quienes deben representar el futuro, pero ¡qué radiante futuro que les deja la criminalidad sionista!
Francotiradores que asesinan a niños: Otra de las grandes hazañas de las fuerzas asesinas de Israel es la de matar a mansalva a niños, por medio de francotiradores. Esta práctica terrorista, y un crimen de guerra, se ha desarrollado desde hace años, pero se ha acentuado en los últimos meses. El primer indicio radicó en que a los hospitales empezaron a llegar niños con heridas de bala en la cabeza. Un médico voluntario, Fozia Alvi, relató a The Guardian que en una unidad de cuidados intensivos atendió directamente a niños, quienes «no podían hablar, estaban parapléjicos. [...] No eran los únicos. Vi incluso a niños pequeños con heridas directas de francotirador tanto en la cabeza como en el pecho. No eran combatientes, eran niños pequeños»[8]. Lo más sádico y criminal del asunto estriba en que luego de ordenar a la población que abandoné un lugar y, mientras huye, en el camino los francotiradores de Israel disparan a mansalva contra los niños.
Esos ataques se realizan de varias maneras: por francotiradores que están resguardados a cierta distancia; por militares que accionan ametralladoras que se encuentran montadas en blindados y usan proyectiles calibre 50 y utilizando sistemas de precisión con los que prácticamente no se falla un disparo, con lo cual está garantizada la muerte o el daño del niño atacado; otro método consiste en usar drones que llevan armas, que son accionadas a control remoto con disparos certeros que se dirigen a la cabeza de los niños.
Los francotiradores actúan........
© La Haine
visit website