Globalismo o soberanías
Una década atrás, Pekín invirtió 6000 millones de dólares en la adquisición del 5% de la tierra cultivable de Ucrania. Pocos meses después, en 2014, un golpe de Estado neofascista impulsado por Washington le impidió al gigante asiático el acceso a esos recursos naturales.
A principios del siglo XXI, China profundizó sus lazos con Libia, y Pekín inició un proceso de inversiones petroleras. Una década después, las revueltas financiadas por la OTAN asesinaron a Mohamed Gaddafi y convirtieron al país más desarrollado de África en un Estado fallido. Desde 2011 hasta la fecha, el PBI de Trípoli se redujo en un 50% y gran parte de las inversiones fueron clasificadas como quebrantos.
El objetivo primordial de los EEUU, en la actual etapa histórica, es restringir, obstaculizar, condicionar y -de ser posible- circunscribir a Pekín a un área de influencia acotada al sudeste asiático, cercada por la arquitectura de seguridad conocida como AUKUS (acrónimo de Australia, Reino Unido y EEUU), instituida para militarizar las relaciones con Pekín en el Indo-Pacífico y condicionar su comercio internacional.
Con ese objetivo interfiere en sus asuntos internos, empoderando a los sectores derechistas de Taiwán que buscan la desintegración de China, y conforma el Diálogo de........
© La Haine
visit website