Movilizaciones, paros y la cabeza de los dirigentes
Será un desafío alcanzar su masividad, a despecho del burocratismo de sus convocantes.
Las movilizaciones callejeras han recorrido las calles de Buenos Aires y otras ciudades a partir de la aprobación el 20 de diciembre del Decreto de 'Necesidad y Urgencia' (DNU) que responde al título grandilocuente de “Bases para la reconstrucción de la economía argentina”. Se salió a repudiar la agresión contra los derechos de los trabajadores, el propósito de privatizar empresas públicas y otros entes estatales y la desregulación y mercantilización de las más variadas actividades.
Todo comenzó ya horas antes de la publicidad del decreto, con la masiva manifestación de las agrupaciones “piqueteras” más orientadas hacia la izquierda en la tarde del miércoles, a despecho del descomunal operativo de “seguridad” e intimidación que encabezó el gobierno nacional.
Esa misma noche y al día siguiente, esquinas y plazas de Buenos Aires y el país se poblaron de argentinas y argentinos en actitud contestataria, gran parte de los cuales acudieron en forma espontánea para hacer oír su voz airada contra el “decretazo”. Y su toque de atención a las instituciones, en especial el Congreso Nacional, al que marcharon por miles ya bien entrada la noche.
Para el viernes 22, la CTA Autónoma convocó una concentración de sus afiliades, que fue replicada por organizaciones sociales que llamaron a congregarse frente al Obelisco. Y tuvo correlato en diversos puntos del país.
En esas movilizaciones, en particular en las del 20 y 21, se escucharon con fuerza consignas y cánticos que exhortaban a la Confederación General del Trabajo (CGT) al lanzamiento de acciones contundentes. A acompañar la lucha contra la privación de derechos adquiridos, el arrasamiento de conquistas sociales y una inusitada restricción del derecho de huelga.
Algunxs manifestantes, ante las cámaras de televisión, exigían la declaración de un paro general. Otras veces, se optaba por un tono burlón hacia la escasa actitud combativa de la central obrera: “Adonde está, que no se ve, la famosa CGT”.
En medio de esa vorágine la CGT optó, con cierto retraso, por hacer su propia........
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