El ideologismo como pilar de la política exterior
[En la foto, la canciller Diana Mondino con Milei]
Fue anunciado por la canciller Diana Mondino. Este cambio de rumbo resume la desafortunada combinación de fanatismo ideológico y diletantismo, o pura y simple ignorancia. Si Henry Kissinger o Zbigniew Brzezinski aún estuvieran entre nosotros el diagnóstico que tanto el presidente como su canciller hacen de la arena internacional motivaría el sarcasmo de ambos personajes, insospechados de estar contaminados por las teorías de la izquierda. Ambos les dirían, con una sonrisa burlona, que la política exterior es cosa seria y que no puede ser concebida y menos aún ejecutada apelando a criterios exclusivamente ideológicos, máxime cuando éstos corresponden a una época históricamente superada como la “Guerra Fría” y cuando las placas tectónicas del sistema internacional cambiaron irreversiblemente.
Producto de este amateurismo es que el presidente Javier Milei se dio el gusto de fulminar a China como una dictadura comunista y declarar que la relación con el gigante asiático será una cuestión librada a los intereses de los agentes económicos privados. Y también de descalificar groseramente al presidente Luiz Inacio “Lula” da Silva, inspirado en los dichos y pareceres de dos personajes del submundo de la política brasileña como Jair Bolsonaro y su hijo Eduardo. Gestos tan grandilocuentes como groseros destinados a una tribuna poblada de gente harta (y con razón) de padecer una sucesión de malos gobiernos y por ello con oídos disponibles para escuchar y tomar en serio cualquier disparate, por absurdo que éste sea, a la hora de........
© La Haine
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