La cifra es contundente: el Quindío tiene 568.560 habitantes, y al menos 297.000 están directamente afectados por esta crisis hospitalaria. Eso significa que más del 52 % de la población departamental está en riesgo. No por una epidemia, no por una guerra, sino por el colapso administrativo de un sistema que dejó de cuidar al pueblo.

Más de 297 mil quindianos están hoy en riesgo por la crisis, según el comunicado de la Secretaría de Salud del Quindío. La Nueva EPS y otras entidades acumulan deudas que han paralizado servicios, colapsado agendas médicas y dejado a miles de pacientes sin atención. El Hospital San Juan de Dios, emblema de la red pública regional, opera en estado de alerta roja. Y sin embargo, el país guarda silencio.

No hay marchas. No........

© La Crónica del Quindío