No podemos negar que el asesinato del Senador Miguel Uribe Turbay, ha despertado una solidaridad nacional a la cual yo me sumo con profunda tristeza, no solo por su caso concreto, sino también, por lo que su muerte nos señala un momento aciago, por el cual volvemos a pasar los colombianos.

No obstante, como demócratas que somos, debemos reconocer que su muerte y despliegue mediático del acontecimiento, ha generado visiones y reflexiones sociales de todo tipo, que sería mezquino no escuchar en honor a nuestra defendida y confusa democracia, reconociendo que nuestra sociedad se divide básicamente en dos clases sociales: Una clase denominada burguesa – Oligárquica, que defiende los intereses de los más ricos del país compuesta por la gran empresa comercial e industrial; y otra clase que incluye las llamadas clases populares y trabajadoras, que lucha por sus propias reivindicaciones. De tal manera que........

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