New York, New York
El mundo se ha ido desquiciando frente a nuestros ojos. Perdió, nuestra generación, el ancla conceptual que permitía ver la sensatez y el sentido común en los actos ajenos. Nosotros mismos hemos extraviado la seguridad del pensamiento propio, y a cada rato nos sorprendemos con decisiones que en otro tiempo no tomaríamos.
Lo digo porque muchos sabían de los peligros de un gobierno trumpista en una nación como Estados Unidos, y ahora los gringos no saben dónde esconderse con el matón que eligieron como presidente. Un matoncito de pasarela y redes sociales, que es peligroso para la convivencia universal.
No obstante, sabemos que ningún hombre es superior a los suyos, a su pueblo, y que la cultura, al final, ese acumulado de tradiciones y........
© La Crónica del Quindío
