No hay duda: la mayoría de personas en el mundo está viviendo momentos muy difíciles, asociados a la intolerancia, la ausencia de respeto hacia quienes piensan diferente o tienen formas distintas de proceder. Es evidente que se ha perdido, casi en su totalidad, la capacidad de asombro, que es la que atrae la solidaridad y combate la indiferencia.

Y es que los grandes males que aquejan a la sociedad actual radican en la falta de empatía, la cual es inherente a la capacidad que se tenga de asumir como propios los inconvenientes sociales que registran los demás.

Existe entonces una percepción generalizada de que ya nada nos conmueve, nada nos asombra, nada impresiona. Lo que le sucede al otro en nada nos afecta; todo da igual. Situación esta que es incomprensible, porque los acontecimientos de la cotidianidad, en las actividades........

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