Padres ausentes II
Hace camino a cotidianidad la frase que reza que quienes nacimos en la década de los setenta y ochenta fuimos las últimas generaciones en hacerles caso a los padres y las primeras generaciones en hacerles caso a los hijos. Lo que pareciera ser una exageración tiene hoy incontables ejemplos que le dan un aire de verdad irrefutable a esta afirmación.
Pasamos de hogares con normas, algunas exageradas, a huérfanos de padres vivos que, sin Dios ni ley, van por el mundo transgrediéndolo todo.
Son precisamente esos hijos, los que suelen insultar, retar, desconocer e incluso agredir físicamente a sus progenitores, los que están ingresando a escuelas colegios y universidades. Aunque también........
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