Una barbarie que no cesa
La llamada Guerra de los Mil Días (1899-1902) fue un conflicto de combates cruentos, donde la muerte fue numerosa y se esparció por todo el territorio nacional. Esta guerra, como tantas otras, se incubó lentamente y halló en rencores y tensiones previas su origen profundo, con una lección de barbarie que aún nos resistimos a comprender.
El martes 21 de noviembre de 1922, el diario El Tiempo publicó en primera página un artículo titulado “Homenaje a la paz de Colombia”, con ocasión del vigésimo aniversario de la firma del acuerdo conocido como la Paz del Wisconsin, que puso fin a la Guerra de los Mil Días. En uno de sus apartes señalaba: “No es nuestra la paz de la conformidad (…) es el estadio de luchas constantes, del que se arrojan las armas de la violencia porque son contraproducentes y, con su doble filo, hieren más a quien las usa que a aquellos contra quienes se esgrimen”. Ese era, quizá, el anhelo de........





















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