Baja ejecución presupuestal: la ineficiencia de la gestión que vulnera el acceso a derechos en Bogotá
En Bogotá se disputa un debate crucial sobre el tipo de Administración que realmente tenemos: ¿una capaz de ejecutar los recursos públicos para garantizar derechos y mejorar la vida de la gente, o una que anuncia transformaciones mientras mantiene congelado el presupuesto del Distrito?
La baja ejecución en el componente de inversión, el que realmente impacta a la ciudadanía, pues el de funcionamiento corresponde principalmente a obligaciones legales, durante 2024 y lo corrido hasta septiembre de 2025 demuestra que la ciudad avanza hacia un modelo en el que la gestión pública cede ante los intereses de grandes proyectos de infraestructura, mientras sectores esenciales para la igualdad, el bienestar y la seguridad quedan relegados. No porque falten recursos, sino porque la Administración de Carlos Fernando Galán no ha logrado, o no ha querido, utilizarlos.
Desde el inicio del Plan Distrital de Desarrollo “Bogotá Camina Segura”, la administración prometió reducir la pobreza, generar empleo y enfrentar la criminalidad. Sin embargo, los hechos demuestran que el énfasis real ha sido otro, fortalecer proyectos de gran escala relacionados con el SITP y el Metro, que funcionan como motores de acumulación de ganancias para un oligopolio privado de transporte. No es casual que la Empresa Metro sea prácticamente la única entidad con ejecución superior al 50% en 2025. Mientras tanto, los sectores responsables de mejorar las condiciones de vida de los bogotanos están paralizados.
Para el año 2024 apenas hubo un 1,8% de crecimiento de ejecución con respecto al año anterior, frente al 15,5% alcanzado en 2023. A pesar de que se entiende que esto puede deberse a un proceso de armonización presupuestal entre los Planes de Desarrollo de........© Kienyke





















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