VIVIENDA IMPAGABLE: EL ARRIENDO AHORCA A ANTIOQUIA
La escena se repite del Valle de Aburrá al Oriente: jóvenes que encadenan roommates para sobrevivir, familias que se alejan cada vez más del trabajo o el estudio, adultos mayores que destinan media pensión al alquiler. Los arriendos empujan hacia arriba mientras la oferta en alquiler es insuficiente; cuando un inmueble se desocupa y vuelve al mercado, el salto puede llegar hasta 50% por la escasez, y apenas entre 18% y 20% de las viviendas nuevas entran efectivamente al mercado de arrendamiento. Es la foto de un mercado tensionado, no un bache coyuntural. Lo ha señalado incluso la Lonja de Medellín y Antioquia: el desbalance entre demanda y oferta ha presionado los cánones de manera persistente.
Detrás del golpe al bolsillo hay una geografía de la desigualdad habitacional que no podemos ignorar. El diagnóstico departamental es nítido: en Antioquia hay alrededor de 576.886 viviendas con deficiencias (estructurales y no estructurales). De ellas, 135.365 requieren una solución nueva (déficit cuantitativo, 5,7% del total). ¿Dónde pega más? Urabá concentra cerca de 63.987 viviendas en déficit y el Bajo Cauca supera el 20% de unidades en condiciones deficitarias. En el frente cualitativo —mejoramiento y servicios— el rezago toca 434.520 viviendas (18%). No es un problema de nicho: es el mapa de la exclusión........© Kienyke
