Seamos como él, como ese curita de pueblo llamado Manuel
Imbuirse de legitimidad. Ese es el gran reto que enfrenta el movimiento comunista a día de hoy. Dejar de ser vistos como extraños que defienden con excesiva palabrería experiencias históricas de aquí y de allá, para ser vistos como ejemplo de lucha, coraje y dignidad. Se le atribuye a Stalin la frase “¿cuántos tanques tiene el Papa?”. Sea cierta o no la atribución, dicha frase es fiel reflejo del problema principal: ¿Con qué fuerza real cuentan los comunistas para arreciar? En la coyuntura actual, el comunismo es visto por la mayoría social, bien como un fenómeno del pasado, bien como un discurso esgrimido por los “poltroneros” de turno para medrar desde los setenta para acá. Dicha concepción es resultado de la manipulación mediática (una constante con la que habrá que saber librar), de la apropiación del discurso por parte de oportunistas de manual, y en parte –y esta es la parte que nos toca resolver– por nuestra incapacidad de llegar al corazón de nuestra propia gente con suficiencia y credibilidad.
Hoy por hoy, numerosos grupos de comunistas se lanzan a revisar teóricamente la historia del comunismo, acudiendo a la reedición de textos clásicos o a la maquetación de obras célebres de nuestra literatura, tratando........
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