Carnaval anticipado
El Carnaval es una fiesta sin fecha fija de celebración, dado que depende del comienzo de la Cuaresma, pero suele coincidir con la primera quincena de febrero. No es menester que les señale los famosos carnavales de Río, Venecia o Santa Cruz de Tenerife. Pero hete aquí que este año la omnipresente sombra de Pedro Sánchez se ha hecho más vanidosa que nunca –si tal fuera posible– y junto a sus amigos de Juntos (Junts, por sus siglas en catalán) se han saltado todas las tradiciones adelantándose el pasado martes a la celebración del Carnaval. No de otra forma puede definirse la irritante mascarada que juntos protagonizaron en el Congreso: Sánchez y sus empleados (sobre todo el listillo de la clase, Félix Bolaños) suplicando el voto, y Puigdemont y su estricta gobernanta (el porte de altiva soberbia de Miriam Nogueras da para escribir una tesis freudiana sin plagiar) fustigándolos con el ojo guiñado.
Mal está que unos políticos de género epiceno que tanto ahínco demandan para con las tradiciones progresistas no respeten las epicúreas fechas de carnaval; pero si la vergüenza solo les salpicara a ellos y ellas (ahora me olvido del epiceno), casi diría que les va en el sueldo que del bolsillo de los españoles se asignan, aunque algunas odien tanto a España que les deben salir llagas en sus cuentas corrientes cuando les ingresan la paga. Dicho esto, lo peor es que sus bufonadas salpican por Europa el buen nombre de España y los españoles, sometidos a una tutoría permanente de nuestros pares europeos porque nos ven como niños epicenos incapaces de gobernarnos por nosotros........
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