Bendiciones
Semana de San Antón. Uno de los santos más venerados en tierras valencianas. Por razones de las que podemos hablar otro día, su fama proviene de ser patrón de los animales. Aunque la Iglesia pugna desesperadamente por encontrar canonizables modernos, que representen utilidades más actuales, no puede despojarse de la noche a la mañana de los venerados propios de sociedades agrarias. Y en ellas tener un cerdo en la familia era una bendición. Por eso se bendicen los animalitos del Señor. Aunque creo que más abundan las mascotas remojadas en agua bendecida que vacas, asnos, corderos o, mismamente, cochinillos. A mí me parece bien. No dispongo cifras sobre su influencia en la cabaña nacional, pero es simpático ver a un cura revestido salpicando a un sorprendido loro o encabritando al perrillo. Lo que no acabo de entender es que sea tan fácil, y genere tan católico consenso, bendecir a bestias y, sin embargo, hay que ver la que se ha liado con la bendición a parejas de gays o lesbianas.
No caeré en la simplificación de decir que obispos, cardenales, teólogos, monjas y fieles varios, consideran que en la escala de la creación —no de la evolución— los homosexuales están por debajo de los animales. No debe ser tan fácil. Antes seguramente sí, que los quemaban en fastuosos piras que enseñaban a niños y mayores que las coyundas deben ser como fueron siempre. Pero no es menos cierto que los libros recogen ejecuciones rituales de, por ejemplo, cerdos, tras cometer ciertos dislates, como comerse a niños —sobre relaciones homoeróticas de animales que supusieran condena nada he encontrado—. El caso es que preocupado por estas y otras cuestiones, cada día consulto el newsletter del Vaticano (www.vaticannews.va/en/newsletter-registration.html), alguna edición digital de........
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