Bye Biden, welcome Kamala
Señalaba Tocqueville que el sistema político estadounidense, siendo la democracia más antigua, era capaz de crear los mecanismos más ágiles e innovadores a la hora de entender el pacto político. La sustitución de Biden como candidato de los demócratas, cerradas las primarias y a puertas de la Convención del partido del asno a finales de agosto en Chicago, será un reto difícil de superar como funambulismo político.
Es cierto que la candidatura de Biden, como sus cuatro años en la presidencia, ha sido de factura más bien plana y poco continuadora de algunas de las políticas sociales, económica y exterior de Obama del que fue vicepresidente; la referencia modélica dentro de los demócratas. Un candidato que ha despertado poco entusiasmo en los electores y en las bases tradicionales que apoyan a los demócratas; especialmente los más jóvenes. La apuesta del Partido por su reelección era un suicidio electoral a tenor de los bajos índices de popularidad en estos cuatro años, en donde algunos cómicos del show night -incluso mucho antes del debate electoral de marras-, ya hablaban del President walking dead para subrayar la escasa fuerza y la falta agilidad presidencial -tanto física como política- para afrontar la difícil situación........
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