Almeida y los neutrinos de baja energía
Algunas magnitudes del universo son increíblemente ínfimas. Por mucho que lo intentemos, no podremos ni imaginar remotamente las escalas tan pequeñas de las que estamos hablando cuando nos referimos a ciertas entidades. ¿El grosor de un cabello humano? No, por favor. Un cabello humano —incluso el cabello más fino de la historia de la Humanidad— es absolutamente gigantesco, inabarcable, tiene un tamaño descomunalmente grande en comparación con algunos elementos del mundo microscópico. ¿Un glóbulo rojo? Tampoco, tampoco. Aunque estas células sanguíneas no alcanzan la centésima parte de un milímetro, siguen siendo rascacielos, el Himalaya, el planeta Júpiter, la maldita Vía Láctea de lado a lado, si las comparamos con otros elementos de los que quisiera hablarles hoy.
Nuestros queridos........
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