Ni siquiera Francia Márquez vive sabroso
Francia Márquez fue vendida como la revolución, prometía ser la voz de los invisibles, la fuerza del pueblo afro, la piedra angular de un gobierno que juraba romper con la exclusión histórica. Pero terminó convertida en una caricatura institucional, una figura decorativa, saturada de discursos grandilocuentes y vacía de gestión.
Sus declaraciones recientes, afirmando que “no la han dejado gobernar”, no sorprenden. Lo que sorprende es que todavía intente culpar a otros por su propia falta de liderazgo. Su paso por la Vicepresidencia ha sido una sucesión de incoherencias, desplantes y un uso desmedido del poder para beneficio personal. El país recuerda con indignación su justificación del uso de helicópteros para evitar el tráfico, los escandalosos gastos de su comitiva, y su insistencia en hablar de “vivir sabroso” mientras millones sobreviven en la miseria.
A esto se suman las múltiples irregularidades que han acompañado su gestión. El uso de recursos públicos para financiar una comitiva........
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