El partido progresista y el prófugo orador
Cuando se insiste en querer hacer de la necesidad virtud y cuando todo fin justifica cualquier medio se termina pintando más que un lienzo surrealista un bodrio incalificable que ayer explotó en tres puntos diferentes: el Congreso de los Diputados, la alcaldía de Pamplona y el Parlamento de Estrasburgo.
En una sola jornada, el ciudadano certificó parte del acuerdo oculto que permitió la investidura de Sánchez; también se frotó los ojos cuando el ministro Puente calificó a Bildu de partido progresista y el remate final lo protagonizó el presidente del Gobierno en Estrasburgo: su humillación ante Puigdemont quedó patente al tener que escucharle sentado en el Parlamento Europeo en lugar de reclamar su inmediata detención y puesta a disposición........
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