Solía decir una persona muy próxima al expresidente Marcelino Iglesias que la clave del control orgánico que ejerció el PSOE oscense durante aquellos años residía en que los distintos sectores del socialismo zaragozano no lograban ponerse de acuerdo. Era Beirut, decía Alfonso Guerra, analogía que quedó más o menos en el olvido con la llegada de Javier Lambán al liderazgo del PSOE aragonés y al Gobierno de Aragón.

Desde el Ejecutivo, como se suelen hacer estas cosas, el ejeano reunió a las familias del PSOE de Zaragoza........

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