España y la moto que derrapa
Tildar a nuestro presidente de mentiroso está gastado por asumido. Luis del Val ya acuñó el término ‘Pedro I el Mentiroso’. Extendido está asimismo que su fuerte no es la ética, sus escrúpulos son escasos. Su comportamiento cambia según las necesidades personales.
Félix Ovejero, socialista clásico, escribe que tiene "dudas de que Sánchez se tome en serio el Estado de derecho". Menos generalizado, aunque sea cada vez más visible, está hablar de su triunfalismo. Si Zapatero era adanista, Sánchez es triunfalista. España, en su ensoñación, está siempre liderando. En política exterior lideramos el cambio sobre la situación del Sahara, haciendo unas afirmaciones más promarroquíes que las de Trump, lideramos la ayuda a Ucrania, estuvimos a la cabeza de la recogida de refugiados afganos, ahora vamos a capitanear la postura de la Unión Europea sobre Palestina y hasta se sueña con una gran conferencia sobre Oriente Próximo en España, en Barcelona o San Sebastián, en la que nuestro país asombrará a propios y extraños por sus propuestas y liderazgo. Hay un precedente, la reunión de la OTAN fue considerada por Albares algo tan importante como la Conferencia de Yalta, aquella en la que........
© Heraldo de Aragón
visit website